Me paro a recordar
Que sentí en mis órganos
Aquella vez en negrura…
Fue así como volver,
Regresar a mi niñez, a una travesura
Sin trascendencia, pero hierática.
Suelto tu conversación
Para soplarme a mí mismo
El secreto que me acompaña en mi codo…
Castigué como poseso
Tu distinción femenina
Como si una trompeta de oro sonase en Jerusalén.
La ausencia de ver
Sobrepasó mis vellos
Electrizó las puertas
De mi ciudad prohibida…
Localizo mis batallones, rentabilizó mi alma,
Que te dejó cantarme canciones no vistas esa noche…
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